Contradicciones en la urbe
Intervenciones por la Red III
Alterando un símbolo poderoso
Las poblaciones de la sierra peruana mantienen una postura conservadora hacia las tradiciones festivas religiosas. La idea de alterar la tradición establecida es una posibilidad poco viable dentro del imaginario popular y es menos aceptable que esta alteración se haga dentro de una festividad que lleva establecida por cientos de años.
La exploración de una forma distinta de actividad artística en las calles de la ciudad fue desarrollada por cinco actores, un 27 de marzo de año 2006. Vestidos con elementos de uso cotidiano en la cuidad (zapatillas, sacos, polos, pantalones, etc), un par de maderos no hubiera sido nada peculiar sino hubiera estado todo pintado de rojo y todos ellos con maquillaje rojo cubriéndoles la piel y el cabello, generaban una imagen que despertaba en el espectado reacciones extrañas.
Estos de personajes rojos caminando, corriendo por las calles del distrito de El Agustino que en los 80 – 90, en plena época del apogeo terrorista en la capital, fue considerado como “zona roja”. Sus calles fueron intervenidas por un grupo que no tenía mayor actividad que transitar buscando establecer comunicación con los transeúntes empleando como regla estricta la frase “SOMOS LIBRES” y permitiéndose tener la posibilidad de improvisar con ella dentro de la interacción con la gente y entre ellos.
El tejido de las relaciones actor – espectador, actor – actor se logró usando la repetición continua de la frase o de una de las palabras; la alteración de los tonos vocales y de los ritmos; la utilización de la frase a modo de pregunta y afirmación; con sonido suave, como contando secretos; y llegando incluso a trabajar la descomposición de las palabras construyendo efectos de coro.
Propuesta performática de intervención callejera política, que hace expresa un derecho de opinión ciudadana desde la propia actividad artística, iniciativa que da respuesta a la creciente aceptación popular que empezó a recobrar el ex Presidente peruano Alberto Fujimori, a través de las campañas de concientización realizada por sus más acérrimos seguidores que buscan aún mantener una puerta que posibilite su retorno al poder estatal.
Su inesperada llegada al país sureño de Chile, en medio de un avivado conflicto provocado por la discutida distribución limítrofe del mar peruano, azuzó la pandilla fujimorista, haciendo temblar a las más altas esferas políticas del país, a pesar del sorpresivo desenlace, del cual no hubo prevención del ex mandatario. Pero igual, sus seguidores han seguido manteniendo la estrategia de manipular la información para hacer ver que todo lo que su líder está pasando está dentro de su estrategia política.
La propuesta busca involucrar en forma directa al transeúnte que deambula por las calles – al que viaja en el bus, al que maneja su auto, al que compra en el mercado, etc. - entablando así un diálogo a partir del código visual propio del vendedor callejero, y sus mecanismos de venta de productos en las calles limeñas. La estrategia fue tomar algunas arterias congestionadas de Lima con un grupo itinerante de actores, este grupo se transformaría luego - usando una máscaras - en un batallón del EX PRESIDENTES FUJIMORI, que salen a vender a la ciudadanía la clave de sus éxitos a través de formatos de DVD’s, con títulos de películas piratas donde él es protagonista; también ofrecen ediciones multimedia de libros de su colección de oro “Métodos fáciles” y ofreciendo botellas con agua de mar peruano “Chino cola”. Productos que ofrece a diestra y siniestra, con la intención de alcanzar una próxima reelección.
INTERVENCIÓN
Jirón de La Unión, Lima - Calle llena de galerías comerciales y restaurantes
La llegada imprevista de la tropa de actores sorprende a los transeúntes de la primera cuadra del jirón de la Unión. El canto de éstos intrusos atrae su atención, risas juveniles, confusión al ver a cinco personas corriendo y deteniéndose, cortándoles el transito, todos vestidos de traje y con los cabellos cubiertos. La transformación en la figura de Fujimori deja fluir los primeros comentarios, diversos, fuertes, indiferentes, etc. Pero la gente toma el trabajo como un espectáculo para su diversión. La reacción de la gente es general, marcada por la imagen del chino. Al romper los actores la formación de grupo y buscar la interacción individual con el transeúnte la gente no se complica, unos se van y otros se acercan a leer la información puesta en los DVD’s, manuales y botellas, risas, burlar y comentarios de extrañeza de los que no se van pero tampoco se acercan.
Ágora popular del jirón Quilca - Calle donde se hace la práctica de la oratoria política popular
La tropa ingresa a un territorio difícil, es espacio urbano donde se reúnen militantes de diversas agrupaciones políticas y corrientes ideológicas, lugar de debate y discusión ciega, que es estimulado por el alcohol y la droga, por el discurso radical forjado por la frustración, la pobreza y las extremas ideologías.
La estrategia fue la misma, entrar corriendo, formar, cantar, ponerse las máscaras y ofrecer el producto. La llegada de la tropa fue sentida como el ingreso de un batallón del Servicio de inteligencia del estado (SIN), la lectura fue provocada por el sonido de los pies contra el piso y la gorra negra que cubría sus cabelleras. Y al escuchar los cantos, la masa rodeo a los actores y el ambiente se cargó de un silencio impredecible. Se ponen máscaras y aparece la tropa de ex presidentes. Los gritos aparecen “Muerte al chino rata”, frases amenazadoras “dónde está la plata “ “qué hacemos, los matamos o los violamos” etc, etc.